Estamos en el mes de las Enfermedades Raras (EERR) o Poco Frecuentes (EPoF), por eso quiero compartirles en mi entrada de hoy, la experiencia que profesional con un niño que no tiene una EPof, pero que su vida es un milagro, por eso hoy le dedico mi espacio.
Los papás de Moisés llegaron a mi consulta por referencia de su colegio con grandes inquietudes que mas bien eran grandes preocupaciones y angustias, ante la incertidumbre del porvenir de Moisés y así me cuentan la historia:
Moisés es un niño que nace con una hipoxia severa y convulsionaba cada 8 minutos, las primeras horas de su nacimiento... estuvo en UCI por 10 días y ningún profesional (médicos y enfermeras) garantizaban su vida, o lo que podría ser peor: si vivía serían un vegetal... algunos se atrevieron recomendar dejar de luchar y preferir la muerte.
Afortunadamente los papás mantuvieron la esperanza en la vida y decidieron luchar con él hasta donde fuera posible y ya han pasado seis años... Moisés es un niño encantador cuyo proceso de desarrollo está atrasado con respecto a los niños de su edad... pero está vivo y haciendo felices a toda una familiar y una comunidad estudiantil que hoy le tiende la mano para acompañarlo hasta donde Moisés pueda llegar.
Ha recibido terapias de todo tipo: motora, lenguaje y psicopedagógica. Actualmente escribe pero no sabe lo que escribe, incluso hasta le es difícil identificar su nombre, cuenta si correspondencia, de la misma manera dibuja como un artista (esta tortuga es su creación), se comunica con eficiencia, manifiesta sus gustos y preferencias, saluda y tiene buen comportamiento... hoy Moisés es una Tortuga Feliz, que nunca se esconde... la que sonríe espontáneamente, la que saluda con cariño, la que llena de luz los días de quienes lo acompañamos...
Sus papás no se dan por vencidos y respetan la individualidad de Moisés, aceptando sus debilidades y valorando sus fortalezas... juntos hacen un buen equipo!
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