Madurez Escolar.... una propuesta de evaluación

Bienvenidos... compartimos una pasión, la educación infantil y su desarrollo



domingo, 19 de abril de 2015

Discapacidad Motora y Auditiva desde el Modelo MEI

El Modelo en Madurez Escolar Integral (MEI) pretende abordar desde la multidimensionalidad del constructo, la integralidad del niño, aún en aquellos que presentan algún tipo de déficit motor o sensorial y por ello se continúa estudiando en diversas poblaciones para validar su utilidad y sensibilidad al momento de establecer un diagnóstico clínico.

En esta oportunidad se estudió en dos muestras zuliana de niños (47 en total) escolarizados, que presentan discapacidad motora y auditiva (para estos últimos, se utilizó un traductor de lenguaje de señas) y los resultados se comparten a continuación, buscando sea de provecho a todo aquel que sigue este blog, en beneficio de dar la atención y el trato mas adecuado y calificado a la persona con discapacidad.

El análisis se realizó discriminando la edad y el tipo de discapacidad, ya que en la Madurez es importante considerar una serie de factores, para evaluar integralmente al niño en mayor detalle.

En cuanto a los niños con discapacidad motora se observaron valores muy inferiores al promedio en la dimensión físico y motora, tanto gruesa como fina, lo que deja en evidencia que el instrumento MEI no es sensible a este tipo de discapacidad en esta dimensión y se recomienda evaluarla desde las conductas y movimientos que pueden organizar estos niños, desde sus capacidades. El resto de las dimensiones: senso-perceptiva, cognitiva y académica  mostraron valores dentro del promedio para cada edad.

Referente a los niños con discapacidad auditiva se obtuvieron en la dimensión físico y motora, valores promedios para todos los niños. La dimensión senso-percepción se mostró adecuada en cuanto los ítemes que miden percepción visual, mas no los que evalúan la percepción auditiva, dada justamente su condición, no obstante en la dimensión cognitiva se pudieron observar valores superiores al promedio, esto puede deberse a la especificidad explicativa que supone el lenguaje de señas.

En ambos grupos la dimensión lenguaje, mostró valores acordes a su edad, dejando en evidencia que aumenta la expresión y comprensión, a medida que aumenta la edad.

Es de destacar que el nivel de escolaridad y el tiempo de instrucción tiene importante influencia en el desempeño de las habilidades que involucra cada dimensión, por ello en ambos grupos se observó el aumento de la calidad de ejecución en los niños mayores. De igual forma el constructo MEI, en un principio fué concebido para niños de escuela regular únicamente, por ello se debe continuar su revisión y adaptación para darle mayor especificidad y sensibilidad ante población con discapacidad, haciendo las adecuaciones pertinentes, que vayan en beneficio del niño que se evalúa.

De igual manera se sugiere el estudio considerando las variables psico-sociales y su injerencia en las habilidades de los niños, así como ampliar la muestra de tal forma que se pueda ajustar y constituya una herramienta de apoyo efectiva en la escolarización de los niños con discapacidad.

domingo, 12 de abril de 2015

Una Tortuga Feliz, nunca se esconde...

Este es el lema que distingue mi ejercicio profesional desde algún tiempo y su autor es un niño que para entonces tenía 5 años con una de las dificultades de lenguaje expresiva, mas difícil que he atendido en la consulta.

La oración encierra un profundo contenido filosófica, yo diría que a la altura de los grandes pensadores que nos anteceden (al menos para mi) por lo que deja implícito como argumento y mensaje.

Estamos acostumbrados a destacar en la tortuga su lentitud, pero la fábula de Esopo "la Tortuga y la Liebre" nos dejan ver algo mas importante: la constancia y la perseverancia como estrategia para llegar a la meta, lo que deja en evidencia un paso seguro. Pero independientemente de su lentitud se caracteriza a la tortuga como un animal longevo, tolerante, paciente y sabio.

Su caparazón es su casa, su escudo protector ante el peligro, de hecho las tortugas de caparazón blando son mas agresiva porque necesitan defenderse de otra manera. También cumple función de camuflaje para evitar la presa y/o ser cazadas y aún mas importante, cumple la función de sensibilidad, lo que le permite detectar  el peligro  y el afecto...  La tortuga se esconde para defenderse...

Cuando le leí esta oración a Joel (porque lo expresó de forma escrita)  me sentí identificada porque para eso es mi trabajo para que los niños, sean capaces de alcanzar tal grado de madurez que puedan enfrentarse a todos los retos que se le presentan sin esconderse, sin necesidad de refugiarse y/o callarse, porque su personalidad está debilitada por las exigencias que superan sus capacidades y potencialidades.

El niño merece respeto y es ese respeto lo que lo fortalece, brindándoles las herramientas suficientes para asumir cualquier reto que se le presente, sea académico o social y si son niños de carácter robusto y definido, felices no tendrán que esconderse y esa es la razón de mi trabajo y ser...

domingo, 5 de abril de 2015

Yo te he dicho...

Es una frase muy usada por los padres a la hora de reclamar al niño alguna tarea repetida y no cumplida. 

Hoy quiero tomarla y aclarar un poco que el hecho de darle alguna vez una orden al niño, no quiere decir que siempre lo hará tal cual aspiramos los padres... al niño hay que invitarlo a recoger sus juguetes, bañarse, peinarse, atarse los cordones de los zapatos, recoger la ropa y la toalla, comerse los alimentos, hacer la tarea, estudiar, obedecer al profesor... tantas veces como sea necesario... no olvidemos que es un niño y que su lóbulo frontal del cerebro, aún no está lo suficientemente maduro como para ver las consecuencias de sus actos esperados y no cumplidos.

El niño actúa mas por impulso y reacción que por concientización (hay niños que si lo harán, pero no son la norma) por lo que siempre debemos estar pendientes de decirles lo que queremos que ellos hagan... la pregunta ¿cuántas veces te he dicho? o ¿que te he dicho yo? es una pregunta al vacío porque para el niño el contexto no es el mismo por ello la dificultad para aplicar aquella lección aprendida en otra vivencia.

Recordemos que el niño es concreto y vive el aquí y el ahora, por ello antes de preguntar digamosle que queremos que haga y cómo queremos que actúe, por ejemplo al llegar a una casa de amigos dígale "saluda" en vez de decirle qué te he dicho que debemos hacer al llegar a la casa de alguien?, esto para el niño no tiene respuesta, y el decirle una y otra vez lo que queremos lograr como conducta aceptable, el niño si la interiorizará y la integrará a su repertorio de conductas deseadas, independientemente del contexto donde se encuentre.

Recuerda... dile a tu hijo, lo que quieres que haga!