Madurez Escolar.... una propuesta de evaluación

Bienvenidos... compartimos una pasión, la educación infantil y su desarrollo



domingo, 16 de marzo de 2014

Alertas...

Esta semana se caracterizó por encontrarme repetidas veces ante la angustia de los niños por no poder entender lo que está pasando, de igual manera escuchan detonaciones, ven el humo de los gases lacrimógenos, se encuentran con pasos obstaculizados por barricadas y muchos aún no está asistiendo al colegio, sin contar los eventos de ataques físicos y/o verbales de los que han sido testigo.

Por todo ello considero importante destacar esas señales de alerta, que el niño nos demuestra ante determinados eventos, que son importante atender, porque se constituyen en el aviso que indica que hay que actuar con diligencia y prontitud.

Debo señalar que el miedo es una respuesta natural, cognitiva, afectiva, fisiológica y conductual, que permite la adaptación a estímulos amenazantes, siendo éste un aspecto positivo y dependiendo de la MADUREZ del niño, se evitan o se enfrentan. Por esta razón, nunca debe subestimarse, ni regañar al niño por sentirlo, obligándolo a actuar como alguien que puede vencerlo sin mayor esfuerzo.

Todos hemos experimentado diferentes miedos a lo largo de nuestro crecimiento, unos transitorios, leves y específicos, otros mas difíciles de vencer pero aún así, pasajeros, ahora bien, cuando este miedo interfiere en el funcionamiento habitual del niño: sueño, alimentación y rutinas; podemos estar ante un trastorno ansioso y es aquí donde hay que buscar el asesoramiento y la intervención de un profesional.

Particularmente los niños, poco pueden verbalizar o exteriorizar sus vivencias y sentimientos, por ello hay que estar pendientes de esas señales de alerta, psico-fisiológicas o conductuales que permitirán brindarle la ayuda que necesitan.

Alertas Psico-fisiológicas:

  1. Sudoración
  2. Taquicardias
  3. Cambio en la temperatura corporal
  4. Temblor o tensión muscular
  5. Respiración agitada o sensación de ahogo
  6. Enrojecimiento o palidez de la piel
Conductualmente, puede alejarse de la situación temida, cuando se presenta inesperadamente, demostrando incapacidad para enfrentarla. Su voz puede ser temblorosa o tartamudear, aparecen tics, muecas y en casos mas delicados, mareos, vómitos y/o desmayos.

Otra alerta importante, la podemos obtener de sus verbalizaciones, pueden ser absolutistas, muy catastróficas, "no puedo...; soy miedoso...; esto es muy difícil..." o exagerando los eventos amenazadores con características poco válidas.

Si observa alguno de estos indicadores en su niño, sobre todo que antes no ocurrían, entienda que la intervención psicológica temprana evitará consecuencias negativas a largo plazo y beneficiará su pleno desarrollo.


domingo, 9 de marzo de 2014

Mientras no van al colegio...

Estos días de confusión, nos ha obligado a los venezolanos a hacer cambios repentinos en nuestras rutinas, lo que ha involucrado, de igual manera, a los niños porque se han quedado en casa como medida de protección y seguridad ante la incertidumbre social.

Sin querer, los niños están en tiempo de ocio, sin obligaciones y si no se establecen límites claros, ellos buscarán hacer su voluntad y deseos, en libertad, sin opresión del tiempo ni responsabilidades a cumplir, porque hay un distanciamiento de la realidad cotidiana.

De esta forma, quedarse en casa hace que sus rutinas deban ser planificadas, así darles la estructura que requieren para mantener la calma y el regreso al colegio sea menos difícil. Para ello, todos los que estamos en casa debemos conocerlas y cumplirlas, en caso de que mamá o papá estén ausentes por compromisos laborales o cualquier otra diligencia importante que amerite salir de casa.

Es importante considerar las opiniones, intereses, capacidades y gustos del niño, para establecer esta rutina. Para ello:
  • Mantén a su alcance colores, pega y tijeras escolares, papel de colores, pintura para hacer manualidades: muñecos de cartón, aviones, barcos...
  • Dosifica los tiempos de ver tele y no la uses como la "niñera ineficiente" que lo mantendrá hipnotizado por horas, pero no está ayudando mucho.
  • Lee libros de cuentos, ricos en imágenes con tu hijo, inventa finales diferentes para la historia, recrea los personajes. Juega también a adivinanzas, repetir trabalenguas y aprender nuevas canciones.
  • Arma rompecabezas y compartan juegos de mesa.
  • Planifica un tiempo para jugar con sus juguetes, un rato con cada uno: carros, muñecas, legos, video-juegos... el cambiar de juguetes evitará que se aburra y se muestre fastidioso.
  • Si asiste a alguna actividad extracurricular, establece un tiempo para practicarla.
  • Involúcralo en las actividades de la casa, haciéndolas divertidas y atractivas para el niño, cocinar galletas es una buena idea.
  • Déjalo dormir un poquito mas, pero no hasta muy tarde. De igual manera, la hora del sueño no puede ser muy tarde... en cualquier momento volvemos a la normalidad, y si las rutinas se han perdido, el re-ajustarse llevará mas tiempo.
Así desde la familia se orienta mejor este tiempo, disfrutando igualmente como una gran ocasión para reafirmar los vínculos, donde el niño aprende de sus padres y/o adultos que lo acompañan, mostrando buen humor y alegría por lo que se está haciendo.

Y entre todas las alternativas de aprovechamiento del tiempo de ocio, dejarles un espacio para que esté solo, de pronto puede ser la oportunidad para descurir una actividad interesante y educativa que beneficiará su MADUREZ, permitiéndole tomar sus propias decisiones.

lunes, 3 de marzo de 2014

Trabajando las emociones...

En estos días de confusión infantil, por la situación que estamos viviendo los venezolanos, desde distintas fuentes, encontramos como recomendación el permitirle a los niños demostrar sus emociones frente a su experiencia, entendida desde su momento evolutivo.

En las consulta clínica, los papás preguntan ¿cómo es eso de dejarle manifestar sus emociones?... 

Particularmente recomiendo:
  1. Es importante trabajar en la comunicación, conversar con nuestros niños de diferentes aspectos, desde cómo nos sentimos hasta diferentes formas de resolver una situación que no necesariamente debe ser conflictiva.
  2. También es importante trabajar la empatía, que entienda sus sentimientos y los del otro. Una buena estrategia para lograrlo es el juego de roles, donde el niño actúa de papá y el papá de niño escenificando la situación, donde queremos que sea empático. De cualquier manera se verá como en un espejo y para él será mas fácil entender, lo que le queremos comunicar.
  3. Enseñarlos a controlar su ira, estableciendo límites y poniéndolos en práctica.
  4. Enseñarle a reconocer sus emociones, mediante fotografías, imágenes, cuestionándolo: ¿qué le pasa a este niño?
  5. Darle nombre a las emociones: "estoy enfadado"... "estoy contento"... y escucharle sus argumentos, sin cuestionar ni criticar, mucho menos desvalorizarlos.
  6. Una vez terminada la rabieta, enseñarle qué  antes de gritar o pegar puede expresar lo que le molesta.
  7. Hablarles despacio y mirándolos a los ojos, de esta manera estamos enseñándoles la escucha activa
  8. Lo esencial es facilitar a los niños suficiente confianza para que expresen lo que les preocupa, angustia o hace felices. 
El hogar y la casa son los principales escenarios donde se desarrollarán y MADURARÁN, como respuesta a las vivencias y aprendizajes del día a día. Siempre digo que el momento mas importante del día, son eso minutos siguientes de reencuentro cuando regresan del colegio, es un tiempo donde nada puede interponerse: radio, llamadas telefónicas, negocios... porque es el espacio perfecto para contarnos nuestras anécdotas, escucharnos y enriquecernos como personas.