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domingo, 8 de enero de 2017

Tareas Escolares...

Feliz Año 2017 para todos...!!! Mañana lunes retomamos nuestras actividades escolares y con ellas, las actividades extracurriculares de las que participan nuestros niños, incluyendo sus jornadas de Tareas para la Casa y este es un punto donde me quiero detener, en esta primera entrada del año.

Desde hace algunos meses atrás, hemos estado leyendo grandes confrontaciones sobre la utilidad u obligatoriedad de las tareas para la casa, sobre todo por la cantidad que se asignan y lo complicadas que puedan tornarse, al manejar contenidos de poco acceso para el niño o de difícil manejo para los padres, por lo que hoy desde mi experiencia quiero dejarles mi opinión acerca de las mismas, repito es mi opinión y ello no puede ser un criterio absoluto, la interpretación que se le de a mi comentario, debe tomarse con mucha cautela!!! No puedo decir que estoy ni a favor ni en contra y no es por comodidad, simplemente respeto la posición que cada docente tenga frente a este tipo de actividades y sus herramientas para consolidar el aprendizaje escolar.

La escolaridad está en constante cambio como un punto clave en la sociedad, bajo la premisa que cuanto sea mejor la educación, mejor futuro tendrá el mundo y para reforzar esta educación se debe continuar trabajando en casa, como refuerzo de lo visto, aprendido o no, en clases y esto es lo que llamamos TAREAS...!!! un método tradicional de enseñanza, frecuentemente basado en la repetición, como oportunidad de practicar o repasar lo visto en clases, a la vez que es una herramienta que enseña a investigar y proponer estrategias de resolución de problemas y toma de decisiones.

Muchos estudios científicos se han realizado y publicado en el mundo, en cuanto a los deberes asignados y la pregunta continúa siendo ¿cómo afectan estos deberes a los resultados académicos y si realmente son beneficiosos?. Cooper Pattal y Robinson (1987 - 2003) realizaron una investigación para determinar la correlación entre las tareas y la mejora académica y los resultados demuestran que la relación entre ambos, varía según el grado que se cursa, de manera que a los estudiantes de primaria (6 - 11 años) los deberes afectan de manera negativa el rendimiento académico, mientras que en estudiantes de secundaria (12 - 18 años) la relación si es positiva, y explican los autores que estas diferencias pueden ser por los múltiples factores que rodean al niño de edad escolar, entre los que destacan la capacidad del niño a obviar estímulos necesarios y sus habilidades de estudio, que mientras mas pequeño sea el niño, menos formadas están. De igual manera el contexto familiar y social, el tiempo que dedican a las tareas y la cantidad asignada, influyen en los beneficios que éstas pueden aportar.

Lo que sí queda claro es que la tarea, no debe ser la clase, y con esto me refiero a que no debe asignarse algo que el docente no haya explicado en la escuela, tampoco debe ser los ejercicios del libro de atención ni de caligrafías, porque en casa estas actividades no tienen sentido y lo que lleva al niño es a cansarlo de un ejercicio repetitivo que no le lleva a nada, porque lo único que le deja es la mano cansada y sentir que dejó de ver su programa favorito por esa tarea. NO podemos olvidar que hacer las tareas, tiene sus exigencias, entre ellas: 
  • Recordar lo aprendido.
  • Consultar la clase, en caso de no recordarlo.
  • Aplicar los procesos que involucra su realización.
  • Mantener la atención, durante un tiempo específico.
  • Solicitar ayuda, en caso de necesitarla.

Considero
  1. La cantidad de tareas debe estar ajustada a la edad del niño, por lo que éstas no puede representar mucho tiempo de dedicación, no olvidemos que los niños, vienen cansados de una jornada escolar y que la infancia no puede girar únicamente en torno a la escuela. Recomiendo que para niños menores de 5 años, estas no deben excederse a 15 minutos, hasta 3er. grado, no deben pasar de los 30 minutos y asta 6to. grado de 45 minutos de trabajo contínuo.
  2. Los padres no son pedagogos y el momento de realizar las tareas puede representar una fuente de conflictos entre padres e hijos, por ello la tareas debe ser factible para que el niño la realice con independencia y con el mínimo de supervisión, los padres sólo deben revisar e invitar a corregir, en caso de algún "error", y entiéndase por error cualquier descuido que no se justifique por el momento evolutivo del niño, por ejemplo: a los 5 años, la escritura espontánea del niño se caracteriza por omitir ciertas letras en una palabra, esto no es error, por lo que debe dejarse así, porque es la construcción propia del niño... no olvidemos que "corregir" lo que para el niño está bien, es descalificarlo y llevarlo a niveles de frustración y poca confianza en sí mismo.
  3. El tiempo de la tareas debe estar incluído en las rutinas que el niño conoce y no improvisar para hacerlas, cuando se tenga tiempo, recordemos que el niño tiene su itinerario y el que sea interrumpido para hacer la tarea, puede ocasionar un conflicto mayor.
  4. Si el niño necesita mas tiempo del planificado para cumplir con sus deberes, es conveniente consultarlo con un especialista que nos ayude a redistribuir el tiempo o a ajustar las estrategias empleadas.
Muchas tareas no garantiza que se aprenderá mas, de hecho los sistemas escolares más exitosos dosifican de manera razonable la cantidad de tareas para la casa, porque un aprendizaje efectivo depende mas de una jornada escolar exitosa y no de un sin fin de tareas... si el niño no disfruta el tiempo que dedica a sus deberes, éste será un tiempo perdido!!!