Estar alertas, a esas manifestaciones tempranas que nos indican "algo" dudoso, incierto, beneficiarán el desarrollo integral del niño y su maduración, porque nos darán el punto de partida para atender y atacar lo que luego puede convertirse en una debilidad o trastorno.
Unos papás muy angustiados me decían, cómo el pediatra no había advertido nada en el comportamiento de su niño y que todo estaba bien... afortunadamente, entienderon que hay algo que atender...
Unos NO en el desarrollo del niño, a tomar en cuenta son...
- NO señala
- NO inicia: conversaciones, juegos, actividades
- NO atiende otras cosas, fuera de sus intereses
- NO hay lenguaje verbal
- NO hay comunicación
- NO tiene contacto visual
- NO responde a su nombre
- NO juega simbólicamente
- NO da muestra de emociones
- NO interactúa con otros
Y así la lista puede continuar...
A cada edad corresponden unas competencias, que si bien, cada niño responde a su propio ritmo, son hitos que deben efectuarse como garantía de un adecuado desarrollo. Posteriormente, las ganancias en los primeros años de vida del niño, beneficiarán o dificultarán sus procesos académicos, por lo que atenderlos desde temprana edad es importante.
PREVENIR es la clave, el rendimiento académico sólo es la comprobación de que el desarrollo es "normal". Un niño "SANO" no es aquel, que físicamente goza de buena salud, también la salud mental es necesaria cuidarla desde pequeños.
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