A estas alturas del año escolar, es muy común escuchar en mi consulta, "ya esta listo! lee, escribe, suma y resta, aunque le cuesta un poquito prestando..." y es aqui donde se inicia mi estado de alerta y la conjugación de sus áreas de desarrollo, para comenzar a estudiar el equilibrio entre todas ellas y ver hasta dónde realmente "ESTÁ LISTO"
Estar listo implica mas que leer y escribir, en los primeros años de escuela, en el preescolar, estas habilidades no son tan primarias, e incluso las dejamos para "después, porque aún esta chiquito", y de pronto comienza la carrera y el apuro, sentimos que ya está grande y el tiempo comienza a apremiar... hay que buscar nuevo colegio y sentimos que sólo pondrán su atención e interés en la lecto-escritura y en algo de cálculo... las exigencias se duplican, se inscriben los niños en actividades extra-académicas que impliquen tareas escolares, y en muchos casos nos apoyamos en el acompañamiento psicopedagógico, para acelerar este proceso y garantizar el cupo, sea cual fuere, el grado al que se aspira.
Este proceso, lejos de ser aprovechado en pro de la maduración del niño, puede llevarlos a la frustración, aburrimiento y deserción, tal como lo indican las estadísticas venezolanas, alarmante por demás, y cada vez mas acentuadas.
Otro factor en contra lo constituye, la inconsistencia entre los currículos de educación inicial y escuela básica venezolano, que deja el gran vacío entre la transición de una etapa a otra, dejándonos perdidos en cuanto cómo hacer esta transición, qué realmente se debe abordar y como hacer mas adecuado el acompañamiento que le haremos al niño, para garantizar su éxito escolar.
Es aquí donde cobra protagonismo la integridad, esa que nos presenta al niño como un ser único y completo, donde un área no prevalece sobre otra y donde nos aseguramos, de que el desarrollo, mientras mas en línea recta, mejores serán los resultados, en razón del desarrollo.
Saber leer no es suficiente... es necesario que su LENGUAJE le facilite comunicarse y darse a entender con adultos y pares; que su MOTRICIDAD le permita cubrir sus necesidades primarias y satisfacerlas, a la par de escribir, colorear y encajar; que su DISPOSICIÓN muestre un niño feliz, tolerante, resiliente, travieso y creador, que se reconozca como un ser y sea consciente de su FIGURA HUMANA, capaz de reproducirla tal cual la percibe desde su edad. que esté bien alimentado, para que su desarrollo FÍSICO sea resistente a las exigencias y que sus HABILIDADES COGNITIVAS, le permiten responder a las condiciones del grado que cursa, con un mínimo de esfuerzo y máximo de rendimiento, quedando lo ACADÉMICO como la respuesta y resultado, de todo lo anterior... Sólo desde aquí puedo asegurar su crecimiento personal, desde la atención a su MADUREZ.
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