Madurez Escolar.... una propuesta de evaluación

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domingo, 15 de abril de 2012

Batería de Madurez Escolar

Un aliado importante en la evaluación lo constituyen las pruebas psicológicas,  como una medida estandarizada de muestras de conducta incluyendo las diversas áreas que conforman el niño, por ello se debe seleccionar una batería apropiada y actualizada, cuyo diseño tenga por objeto, evaluar algún aspecto del conocimiento, que permita abordar las capacidades y limitaciones del niño, en las áreas que se abordan, considerando, que una prueba es una muestra de la conducta que se evalúa.

Para construir una batería de medición, se requiere de la planificación rigurosa de las pruebas a integrar y la redacción de los ítemes, que pueden desarrollarse de acuerdo con una teoría específica o simplemente haciendo referencia a los tipos de tareas, que deben realizar los sujetos a los que está dirigido, todo esto consistente con el constructo principal que, se pretende evaluar.

Esta tendencia de evaluación, específicamente en psicología, se ha dedicado durante muchos años a estudiar el proceso de maduración de cada individuo, con enfoques que van desde el planteamiento cuyo criterio único lo constituye la edad, hasta la perspectiva multidimensional que abarca diferentes áreas del desarrollo, atendiendo a que el proceso de aprendizaje se manifiesta en tiempo y espacios favorables para el sujeto, adecuados a las potencialidades, aspiraciones, intereses, edades, ritmo, temperamento y género de cada uno, de manera continua, a fin de favorecer su óptimo desarrollo.
Los instrumentos utilizados en Venezuela para evaluar la madurez escolar, han sido diseñados y validados en otros países (ABC de Filho, 1960; CUMANIN, Portellano, Martínez y Martínez, 2000), por lo que su interpretación adolece de confiabilidad al corresponder los baremos a poblaciones social y culturalmente, diferentes, lo cual es crítico, en atención a que una eventual debilidad en el diagnóstico del niño, puede tener efectos varios años después, concretamente en problemas de aprendizaje, habilidades ejecutivas y del lenguaje, que a la larga pueden tornarse en trastornos de mayor atención.
Mi propuesta de una evalaución multidimensional de Madurez Escolar,  considera aquellas funciones, que están más directamente relacionadas con el aprendizaje, permitiendo elaborar un perfil ideográfico de las distintas dimensiones interrelacionadas, a partir observaciones estructuradas de prerrequisitos secuenciados, evaluados en forma lúdica, acompañado de entrevistas a los padres y docentes, en población venezolana. El contar con esta herramienta de diagnóstico madurativo desde el inicio del preescolar (3 años) hasta la culminación de la primera etapa de educación básica, (8 años, aproximadamente) permitirá realizar una apreciación oportuna que proponga la intervención en aquellas áreas que se encuentres más débile,s en pro de nivelarlas. 
Estas áreas, las categorizo bajo las dimensiones: física y motora,  funciones cognitivas, lenguaje, habilidades académicas, disposición al aprendizaje y figura humana, que aún cuando no constituye un área específica del desarrollo del niño, es un instrumento poderoso para medir Madurez.

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