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domingo, 22 de septiembre de 2013

A los ojos de un niño...

El asistir a consulta psicológica, escolar o clínica, debe ser una experiencia gratificante para el niño, donde encuentre un amigo -el psicólogo infantil- de su misma edad y con sus mismos intereses, para que ésta fluya y se obtenga los resultados esperados.

Los niños van llevados con un problema que angustia a los padres, con una queja que refiere la maestra, por eso ellos no saben a qué van ni qué van a hacer y se someten a una serie de preguntas y pruebas (generalmente de dibujo) que mantiene la atención en lo que están haciendo y este es el punto.

Atender a un niño en consulta psicológica es muy diferente a atender a un adulto, por ello hay que decidir el enfoque y adecuar las estrategias empleando las mas atractivas: el juego, por ejemplo, se constituye en un gran aliado, sentarse en el piso o en sillitas y mesas para niños, acondicionar y decorar de tal manera que se sientan identificados. Nos corresponde ver y estar al día de toda la programación infantil, conocer los personajes que apasionan a los niños, saber el nombre y personalidad de cada uno, el medio donde se desenvuelven y sobre todo el mensaje que transmiten.

De igual forma, debemos estar al tanto de los programas educativos que los niños reciben en su escuela, su relación con la maestra, sus amiguitos y vecinos de la comunidad... tenemos que estar informados de las enfermedades que les padecen, incluyendo aquellas poco comunes... realmente, abordamos un amplio campo, que nos regala infinitas oportunidades para hacer cada vez mejor, nuestro trabajo, la picardía está en la preparación constante ante el nuevo reto que supone cada niño.

Es importante saber cómo nos dejamos ver ante los niños que atendemos, lo empático que podamos ser con esas personitas que de cualquier manera hacen que la vida de quienes adoptamos nuestra profesión, como un estilo de vida sea mejor, y aquí les regalo una de las respuestas mas hermosas que me han dejado (hay que darle click a la imagen que nos facilita Facebook)


A los papás les recuerdo que la consulta psicológica infantil no es un curso de milagros, ni un recetario básico, donde por arte de magia, desaparecerán lo conflictos, se mejorarán las conductas de los niños y la familia tendrá menos "problemas", con solamente tener al niño durante algún tiempo, durante algunas sesiones en la sala de consultas, dejando sobre ellos toda la responsabilidad del efecto terapéutico. Cuando un niño va a consulta psicológica, debe involucrarse toda la familia, recordemos que cada uno de nosotros asume un rol, que de cualquier manera interfiere en la dinámica familiar que puede verse afectada, por tal o cual situación. El trabajo es en equipo, familia-terapeuta...

El niño que va al psicólogo, tiene que encontrar en cada uno de nosotros la comprensión, el afecto y la calidez necesaria para que su experiencia sea única

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