Madurez Escolar.... una propuesta de evaluación

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sábado, 9 de febrero de 2013

Actitud...

La MADUREZ es un contructo de interés para la psicología, por la secuencia natural de cambios biológicos, físicos y conductuales que despliega, que nos preparan para el dominio de nuevas habilidades.
 
Va de la mano con la DISPOSICIÓN AL APRENDIZAJE, como la tendencia y alerta a querer hacer algo, con interpretaciones propias de las experiencias (Carr, 202) o la inclinaciones que nos guían en una dirección u otra, dentro de la libertad de acción de cada persona (Perkins, 2002).
 
Otro factor que interviene es esta madurez es la ACTITUD, como la postura que se adopta y es expresada de un modo particular por cada ser humano, en su motivación socio-personal y predisposición hacia el logro de sus metas u objetivos, dependiendo de la experiencia y relaciones que se hayan acumulado, a lo largo de la vida.
 
En mi trabajo diario con los niños, que definitivamente, son los grandes maestros de mi vida, estos conceptos, se sienten y su interpretación cobra vida, especialmente el de la actitud. Hay normas sociales y familiares convencionales que deben cumplirse al pie de la letra, hay otras en las que se puede flexibilizar y dejar que la espontaneidad del niño, marque la pauta, evitando exigencias ilógicas, que lejos de ayudar a estructurar el momento, lo obligan, provocando el rechazo a lo que está haciendo y la frustración por no cumplir con lo esperado.
 
Cuando se mantiene la perspectiva de que cada niño es un universo de potencialidades, capacidades, personalidad y temperamento, el éxito está garantizado, porque nos convertimos en mediadores y acompañantes del proceso educativo, no en sus caudillos.
 
El reto escolar para los niños, es muy exigente y hay que ver las miles estrategias que se ingenian, para cumplir las expectativas y consolidar los contenidos que deben aprender. Por ello el dejarlos ser y actuar, es una premisa a considerar en su quehacer diario. Respetar y aceptar  sus ocurrencias, hace mas ligero el día a día en la ecuela.
 
PD: la de la foto es Marissa, (con la debida autorización de su madre) una niña con Síndrome de Madelung, que debe vencer la norma convencional de la escritura, en cuanto al agarre prensil y la posición del cuaderno ya definida dentro de la "normalidad", y hay que ver de qué manera lo está logrando, pura ACTITUD.
 
 

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