Madurez Escolar.... una propuesta de evaluación

Bienvenidos... compartimos una pasión, la educación infantil y su desarrollo



domingo, 31 de marzo de 2013

Para mis papás Vagabondi...


La necesidad de jugar


Francisco Cajiao

Los niños necesitan jugar. Es la única actividad seria que hacen, ya que de sus juegos surgen los aprendizajes que les permitirán desarrollar sus capacidades.
Hace más de veinte años, siendo rector de un colegio, un padre de familia me dijo que había conseguido un preescolar donde su hijo de 5 años asistiría después de la jornada que le ofrecíamos. Al preguntar sobre la decisión que sometía al niño a una fatiga adicional me respondió que allá sí le enseñaban cosas importantes en vez de jugar todo el día, como ocurría en nuestra institución.

Todavía hoy escucho el mismo argumento por parte de educadores que trabajan en jardines, para justificar las actividades que les programan a los pequeñitos de 3 y 4 años. Dicen que no pueden ir contra los padres, que esperan que sus niños aprendan pronto a leer y escribir, que hablen otro idioma y que se destaquen como candidatos viables para los colegios grandes, que los someten a exámenes de admisión inconcebibles para cualquiera que haya leído medio libro de psicología.

Los niños necesitan jugar. De hecho, es la única actividad seria que hacen, ya que de sus juegos surgen los aprendizajes que les permitirán desarrollar sus capacidades físicas, emocionales, sociales e intelectuales. A través del juego aprenden a controlar sus cuerpos, a descubrir el mundo que los rodea, a establecer normas, a usar el lenguaje para denominar las cosas y expresar lo que piensan y sienten.
Más adelante, la ciencia, la literatura y el arte seguirán alimentados por las características de los juegos iniciales, donde pueden expresar libremente sus intereses y ponerlos en escena durante los primeros años de vida y escolaridad.

Johan Huizinga escribió un extraordinario tratado sobre el juego, titulado Homo ludens, en el cual señala que la verdadera fuente de la cultura se origina en la actividad lúdica, que desde la primera infancia se proyecta a lo largo de toda la existencia en las actividades más variadas de la vida humana. También Piaget dedica una importante parte de sus estudios al juego, tanto en el desarrollo del pensamiento simbólico como en el desarrollo del juicio moral.

Sin embargo, y a pesar de todo lo que el siglo XX aportó al desarrollo infantil, se siguen viendo por todas partes jardines de infancia donde los niños están sometidos a la quietud y el silencio, tratando de aprender lo que no les gusta, no les interesa y aún no están preparados para realizar. Niños que no juegan, no hablan y no se mueven seguramente fracasarán después en una escuela que tampoco escucha lo que a través de sus actitudes y sus juegos quieren expresar.

Nuestro atraso educativo se inicia por la desatención al desarrollo de la primera infancia, que no se reduce a faltas de cobertura, ya muy graves, sino por la falta de preparación de quienes se ocupan de este grupo de población. Quienes atienden a los niños más pequeños deberían ser los mejor preparados, capaces de identificar oportunamente las características de aprendizaje individuales y las dificultades que, atendidas a tiempo y con idoneidad, salvarían a miles de pequeños del fracaso escolar.

Que los niños pasen tres o cuatro años explorando su entorno, aprendiendo a desarrollar sus propias iniciativas, conversando, corriendo, dibujando libremente es la mejor garantía de un desarrollo adecuado a partir de los 6 y los 7 años. Pero pareciera que tenemos mucha prisa de que lean a los 5, para que no vuelvan a leer jamás. Que sumen y resten a los 6, que hablen inglés a los 3, que hagan tareas desde los 2... y que luego se sumerjan en el letargo silencioso de la apatía intelectual.

Hace poco circuló por ahí la idea de establecer un grado adicional de educación media, porque terminan muy jóvenes el bachillerato. Pero ese año adicional podría estar al comienzo, decretando el derecho a jugar hasta los 6 años como actividad primordial. Y claro, creando los ambientes y preparando a quienes puedan acompañar ese juego de manera apropiada.

Francisco Cajiao
fcajiao11@gmail.com

De vuelta...


Luego de un pequeño descanso, mañana lunes, todos retomamos nuestras actividades y los niños regresan a la escuela. Es momento de volver a establecer las rutinas, de guardar los juguetes y de levantarse tempranito...


Es importante:


  1. Dormir hoy temprano, para alcanzar las horas de sueño requeridas según la edad: un niño hasta los tres años, debe dormir 12 horas continuas durante la noche, mientras que a partir de los cuatro años con 11 horas , ya empieza a ser suficiente.
  2. Preparar juntos, desde la noche anterior, el uniforme y los útiles necesarios para ir al colegio, de esta manera transmitimos el mensaje que "ya mañana hay colegio". Involucrarlos en este tipo de actividades, les da la oportunidad de asumir con responsabilidad sus obligaciones.
  3. En la medida de lo posible, pasen por el frente del colegio y comenten la ruta para llegar hasta allí, comiencen a hablarles de que mañana volverán para encontrarse nuevamente a con sus amiguitos y maestras y aprender jugando.
  4. Preparen juntos el menú de la semana, que incluirán en su lonchera estos días, escríbanlo en un papel y déjenlo en un sitio visible para todos, de manera que día a día se revise y se cumpla, así estaremos motivando a que nuestros niños, sobre todos aquellos difíciles para comer, tomen su desayuno completo y variado.
  5. Evitar el día de hoy, paseos y visitas prolongadas, estar en casa temprano y conversar en familia, los retos del día siguiente: los niños en la escuela y los papás en su trabajo, cada quien en sus quehaceres y experiencias.
  6. Si el colegio tiene página web, es momento de entrar y hacer un recorrido por ella, visitar los espacios  virtuales donde aparecen las fotos del personal y las rutinas a seguir en cada sala de clases.
  7. Conversar y dar un repaso sobre las rutinas escolares a las que se enfrentará, hablar del día de música, de computación o de educación física. De igual manera, hacer un recorrido por la jornada diaria: recibimiento de la maestras, reunión con los amiguitos para hablar de lo hicieron en vacaciones, hora de trabajar en los libros, hora de leer, el momento de la merienda y así hasta llegar al intercambio y recuento, que es la despedida del día de clases.
  8. Para las MAESTRAS, preparemos un buen recibimiento a los niños, con una grata sorpresa, canciones y cuentos que nos sumerjan nuevamente en la experiencia escolar.
  9. Para los PADRES, preparar todo con agrado, sonrientes, sin quejas, involucrando lo mas posible a los niños, desde lo bonito y agradable de esta experiencia.
Hagamos de este regreso a clases, lo mejor de nuestras vidas, adultos y niños... asumir el día a día,  con alegría, entusiasmo, optimismo y fé, también es MADUREZ.

domingo, 24 de marzo de 2013

Educar, no imponer...

Esta semana he pensado mucho sobre lo que les relato, algunos de ustedes, conocen la historia de mi vida y temí ser mal interpretada, mas la idea seguía fija en mi pensamiento y no podía dejarlo pasar a propósito de estos días que tendremos, para unos de diversión, paseo y vacaciones, para otros de descanso, para otros de manifestación religiosa. Particularmente pienso que es un tema muy difícil de tratar con adultos y niños, a la hora de conversar o fijar posición ante cualquier evento, porque no se trata de religión, el asunto va mas allá.
 
En el mundo hay muchas religiones con una sola razón de ser, la FE... en algo que no vemos, no palpamos, ni siquiera sentimos, sólo creemos y describimos como una fuerza mayor que dirige, guía y sustenta nuestra existencia. A mi mode de ver, la religión es la práctica de esa fe, es la conducta observable, la operacionalización de la variable, que me permite describir y etiquetar, bajo qué condiciones manifiesto mi creencia en ese Ser, al que igualmente damos diferentes nombres y al que adjudicamos diferentes poderes, naturales, sobrenaturales, sobrehumanos, mágicos y hasta medicinales.
 
Actualmente existe el debate de si enseñar o no religión en la escuela, y dentro de esa enseñanza cuál religión enseñamos? De quién depende la decisión? Cómo hacer con aquellos alumnos que no comparten estos criterios y se confiesan profesos de otras prácticas religiosas? Cómo enseñar realmente fe y/o religión? Quiénes están realmente preparados para educar en la fe y en la religión?
 
Comparto con muchos la idea de que la educación en la fe no puede dajarse al libre albedrío, y que de igual forma no debe imponerse, muchísimo menos con promesas de recompensas o castigos que llevan a practicarla pero sin la MADUREZ necesaria que implica esta decisión, sino bajo obligación, lo que le hace perder el sentido y justificarse en cualquier cosa para dejarla de lado y solamente practicarla en situaciones específicas, con rituales rutinarios y vacíos que terminan siendo eventos sociales.
 
Considero que aquí la familia es pieza clave, que educa de tal manera que cuando ese niño que esta en formación sea adulto, puede tomar la decisión de continuar su lineamiento de vida bajo los parámetros que le fueron enseñados o  escoger otro camino de manifestación de FE, con la seguridad de actuar en libertad, con criterios suficientemente sólidos, sin complacer a nadie, sin temor a ser juzgado o rechazado, defendiendo sus propios conceptos de vida y siendo congruentes con lo que su ejemplo deja ver.
 
La iglesia, comunidad, asamblea... sea cual sea el nombre que se le dé, es el complemento, donde se practica la fe, bajo ciertos parámetros religiosos propios de cada una, mas no lo es todo, e igualmente considero que no tiene la última palabra. Esperar que sus representante sean ejemplo intachables de vida es aspirar a la perfección del humano y dejar de cumplir las obligaciones religiosas sólo porque en ellos prevalece esa condición humana, es excusa para evadir las propias.
 
Y aunque no es de mis cantantes favoritos, repito una canción de Arjona que  mueve mi fe, 
Jesus es verbo, no sustantivo,  es acción, actuación, demostración, calidad de afecto, no el  nombre que repito cuando lo necesito o que callo cuando requiero de un culpable.
 
 

domingo, 17 de marzo de 2013

Extra-académico...



El niño se encuentra en constante aprendizaje en cualquier ambiente que esté, así cada vivencia y cada experiencia le deja una enseñanza que implica trabajo familiar y educativo que se construye y consolida simultáneamente, por lo que en diversas ocasiones se complementa con otro tipo de estrategias, igualmente sistematizadas y estructuradas, que se denominan actividades extracurriculares.
 
Estas vienen a ser todas aquellas prácticas que promueven el alcance de nuevos aprendizajes, a la par de sus rutinas escolares que benefician el desarrollo integral. Estas actividades modifican los esquemas del conocimiento y aprendizajes significativos que se relacionan directamente con la posibilidad de utilizar lo aprendido para afrontar nuevas situaciones.
 
Vistas de esta manera, constituyen un apoyo beneficioso, puesto que se está trabajando con el desarrollo de otras áreas que repercuten en su funcionamiento y desempeño académico. Esta repercusión, puede ser positiva o negativa para el niño. Positiva si contribuye al desarrollo integral y ayuda a consolidar no sólo los contenidos académicos, sino también los aprendizajes que le potencian y estimulan otras capacidades o inteligencias (Gardner, 1979) que a su vez consolidan su MADUREZ, para enfrentarse con éxitos a los retos que se le imponen.
 
Se hace negativa si su respuesta es obligada y se incluye al niño en actividades que no son de su agrado o para cuyas destrezas no cuenta con el potencial suficiente para alcanzarlas y disfrutarlas, generándose así cansancio, rechazo y en muchas ocasiones disminución del rendimiento académico, entonces el objetivo para la cual son propuestas, se contraría y no se llega a la meta establecida.
 
Las actividades curriculares, de esta manera deben ser de su agrado  para potenciar la integridad del niño feliz y competente en las distintas áreas del desarrollo.
 
 
 
 

domingo, 3 de marzo de 2013

en-Red-ados

Los beneficios de la tecnología los agradezco cada día, porque me acerca a muchas personas, incluso desconocidas, y trabajar en-Red-ados, tal como lo publicó Carmen Millán Pabón, dias atrás, refiriéndose a los amores por y en red.

En mi caso particular se trata de TRABAJAR en red, que de igual manera supone, colocar y colocarse a disposición del otro, conjuntamente con todos los recursos que han sido y son buenos para nuestra experiencia personal - profesional, en cuanto conocimientos, dudas, dificultades y limitaciones, porque nos permite laborar socialmente, colaborar, compartir y enfrentar el mundo tomados de muchas manos, que se extienden para unificar esfuerzos y funcionar como equipo.
 
En la red de trabajo que se ha generado alrededor de MADUREZ ESCOLAR, nacen sinergias que replican las fortalezas y disminuyen las dificultades. Por otro lado, lo que fué una iniciativa personal, se ha vuelto la inquietud de otros, que abre el camino a diversas respuestas dispuestos a compartirlas, considerándose otros puntos de vista que brindan mayores experiencias y soluciones colectivas mas realizables.
 
La experiencia me ha dejado grandes conocimientos y enriquecimiento, ya que trabajando juntos, tengo mejores oportunidades para hacer un trabajo completo en pro de los niños que atendemos y que son el centro de la investigación que se realiza. Ha sido mas entretenido, ya que el poder compartir por las redes sociales, blogs, emails, ha permitido hacerlo mas fácil y eficiente.
 
Trabajar en red ha enriquecido la investigación y para todos ustedes Muchas Gracias.