Madurez Escolar.... una propuesta de evaluación

Bienvenidos... compartimos una pasión, la educación infantil y su desarrollo



domingo, 24 de junio de 2012

Aprender Jugando

            Poder jugar significa estar listo, preparado y ser capaz de percibir o construir variaciones en situaciones de aprendizaje, por ende, ser más creativo en interpretar y reaccionar a problemas con 
espontaneidad física, social y cognitiva, sentido del humor y una actitud exuberante, jovial o inclusive pícara. En la escuela,  representa un aliado importante para la adquisición de nuevos conocimientos, donde el niño establece sus propias estrategias y planes, que al final, le permiten consolidar el objetivo propuesto por el docente. 
           Piaget (1978), sugiere que el juego, representa el predominio del interés hacia los procesos internos, con el compromiso de identificar cierta realidad, confrontándola con los esquemas propios construidos por el niño, al interactuar con lo real y es lo que denomina Asimilación, ya que le permite apropiarse simbólicamente del mundo. El niño con su organización mental, maneja la realidad según los esquemas internos que dispone, en su proceso evolutivo.
              Para jugar el niño requiere prestar atención, como la apertura perceptual, que le dispondrá a percibir las cosas poco comunes, o leer la situación de diferentes formas y desde otros aspectos. Ignorar detalles, incide o provocan inconvenientes en el proceso de clasificación;  además que da un uso rígido de la información, sin poder hacer distinciones ni  establecer diferencias.
        Jugar también requiere de la imaginación, como la habilidad  para generar escenarios internos alternativos y fantasías; para dibujar en diferentes analogías y detectar conexiones poco comunes. Los niños que son más imaginativos parecen manejar sus vidas escolares con más perseverancia, autocontrol y disfrute. No ser imaginativo es,   ser incapaz de ver más allá de la interpretación inicial y quedarse atascado con la verdad literal de la situación, y esto haría, que el proceso escolar, se torne mas complicado.
         Aprender jugando, es la alternativa ideal para que el niño alcance los objetivos propuestos de manera significativa,  donde experimentará,  explorará material físico y condiciones para descubrir sus propiedades y posibilidades, sin ser convencional  y  ver solamente los usos familiares de los objetos, siendo incapaz, de cambiar de categorías cuando puede ser conveniente hacerlo. 
           El juego, es un hecho simple de revisar, sin ninguna meta o propósito propuesto,  que revela nuevos descubrimientos, que hace posible tener nuevos significados y nuevas metas. 

domingo, 17 de junio de 2012

Sumar y restar

El número es un concepto que empleamos a diario, como un sistema de operaciones que alcanzamos cuando, somos capaces de integrar y organizar las nociones lógicas.

Visto de esta manera, y considerando que no todos los niños adquieren el aprendizaje al mismo tiempo, y que no existe una relación lineal entre el aprendizaje y la edad, entiendo lo importante de considerar la MADUREZ del niño para dominar con éxito estas adquisiciones, dada la compleja abstracción que implica.

Los niños que presentan debilidades en esta área, experimentan dificultades en  la recuperación rápida de hechos numéricos, como son las respuestas a las operaciones básicas, suma, resta, multiplicación y división; al igual que la resolución de problemas que el niño debe leer, comprender, para luego resolver.

Son muchos los factores que intervienen en la realización de cálculos mentales, desde déficits en la atención, hasta confusiones en la direccionalidad o en la representación de la operación que debe  realizarse. La impulsividad igualmente, interfiere en la realización de cálculos y solución de problemas matemáticos.

Entre los errores mas frecuentes están, el olvido de iniciar la operación de varios dígitos, por la columna de las unidades o el añadir irregularmente el número que se "lleva" en la suma, o el que se "presta" en la resta, también la excesiva lentitud en la realización de las operaciones,debido a la utilización de estrategias inmaduras en el cálculo.

lunes, 4 de junio de 2012

Familias

En una jornadas en las que participe, este fin de semana en la ciudad de Mérida, se hizo gran incapié en el papel fundamental que juegan los vínculos afectivos familiares, en el desarrollo de la integridad del niño y el enfrentarse con madurez a todas las vivencias que se le presentaran a lo largo de su vida.

Compartía con nosotros la Dra. Hornos, que hay que enseñar al niño a manifestar lo que siente, desde las mariposas en el estómago, hasta poderlo describir con palabras, como un sentimiento protector personal, constiuyéndose el afecto como la base del desarrollo psicológico, a lo que personalmente le agrego, la base a la disposición que nutre la madurez, que nos prepara con éxito  a alcanzar nuestras metas y trazarnos otras, una vez alcanzadas las anteriores.

De igual forma, desde el vínculo afectivo, se construye la identidad, con un afecto expreso, porque no sólo hay que enseñar a amar, hay que igualmente, enseñar a ser amado... el recibir afecto, hace que los niños se sientan queridos, especiales, y con sentido de pertenecia y seguridad, que les permite enfrentarse a las exigencias y aprendizajes propios de la edad en que se encuentra.

Vincular implica, tiempo y esfuerzo emocional, dar consejos y apoyar en las dificultades, escuchar... también sucede entre la familia, que si el amor no se cuida, se acaba. El tiempo de calidad sin cantidad, tampoco funciona, hay que ser y estar, mas allá del hacer, que puede confundir el afecto con llenar un espacio y tiempo, que en nada resultan nutritivos a las relaciones familiares y el desarrollo del niño, con seguridad y compromiso propio y hacia losdemás.